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El enfrentamiento con Balduino, la batalla de Saule y la Orden Teutónica

 


El obispo Albrecht murió en 1229 y esta muerte trajo nuevos problemas y enfrentamientos. Al morir el obispo se abrió el interrogante de quién lo reemplazaría. En Roma tenían preocupaciones más acuciantes ya que estaban en conflicto con Federico II, y si bien Guillermo de Modena era el legado papal que más experiencia tenía operando en este territorio, el cardenal Otto  eligió a Balduino (Baldwin), un abad cisterciense de Alna para que interviniera y designara al nuevo obispo. Algunas fuentes indican que Balduino llegó a Riga y quiso poner en marcha un plan para que todas las tierras del Báltico formen un solo estado bajo dominio directo del Papa. En cuanto a la elección, fue electo el obispo Nicolás (Nicholas), quien pronto se vería en medio del conflicto que estaba por desatarse.

 

El conflicto no tardó en estallar, Balduino tomó posesión de la conversa Curlandia firmando un nuevo tratado con los ancianos de las tribus, solicitó a Roma más autoridad y fue nombrado en 1232 obispo de Zemgalia, Curlandia y administrador de muchos territorios que estaban bajo el poder de la Orden, por último y para afianzar el conflicto con los caballeros, reclamó el norte de Estonia (el ducado Danés que la Orden había ocupado años atras) y tomó posesión de Tallin. La Orden de este modo, veía muy disminuida su influencia y poder, pero sobre todo sus niveles de ingreso, que siempre habían supuesto un problema y con la pérdida de las tierras se hacía insostenible. Balduino tenía apoyo papal y rápidamente comenzó a agrupar fuerzas para mantener su proyecto, la Orden por su parte, estaba en un fuerte dilema, por un lado, debía obediencia al Papa según lo dictaminado en su Regla fundacional, y por el otro, si aceptaba las condiciones que se presentaban perdería toda autonomía y posiblemente enfrentaría su desaparición. Finalmente la Orden atacó a Balduino y lo derrotó en Tallin (Revala) poniendo fin a su presencia en Estonia y finalmente recuperarían el resto de los territorios. Balduino y quienes lo apoyaban fueron apresados. En 1234 fue presentada una denuncia ante Gregorio IX contra los caballeros con respecto a este ataque, se los acusó asi de organizar un baño de sangre, de asesinar a los cristianos que eran fieles al Papa y que estaban cumpliendo su voluntad en Estonia, también se describió el trato con los derrotados, a quienes (decía la carta) se los organizó en una pila, poniendo sobre los demás, a los más fieles al Papa. También de saquear las tierras del obispo, de aliarse con rusos y paganos para el ataque, de prevenir a los paganos contra el bautismo por el obispo, de tomar esclavos, de asesinar a más de 400 conversos y un daño por más de 40.500 marcos.

Ante esta denuncia, el Papa citaría a las partes a Roma en 1236 para que respondan por estos cargos y se les demandaría a los caballeros que devuelvan las tierras ocupadas a sus antiguos dueños y que cubrieran los daños causados con sus ingresos. Posiblemente, esto llevaría al fin de la Orden, pero su final llegaría en 1236 por otras causas.

Medalla por el 770 aniversario de la batalla de Saule.

En 1236 una nueva partida de cruzados llegó al Báltico, el Papa había hecho un llamamiento a luchar contra los paganos en el norte y contra Lituania. Los recien llegados venían de Holstein, en Alemania y estaban ansiosos por participar en los ataques a las tribus que aun no habían aceptado el cristianismo. El problema al que se enfrentó el maestre Volkin, es que era verano. Como se explicó anteriormente (aquí), las campañas en verano traían consigo un problema particular para los caballeros, los bosques y pantanos por los que debían pasar los hacían lentos y favorecían las acciones de los lituanos. Por tal motivo, insistió en aguardar al invierno para emprender el ataque, pero los cruzados llegados de Holstein no estaban dispuestos a aguardar tanto, ya que esperaban regresar a sus hogares antes de que el mar se congele y de ese modo no destinar un año a la cruzada. El maestre finalmente cedió y emprendieron la campaña a Samogitia, al sur de Zemgalia. La campaña se desarrolló con normalidad y no enfrentaron casi resistencia, saqueando buena parte de la tierra. Al llegar el otoño, el ejército emprendió la vuelta a Livonia pero se encontró con un ejército lituano que les cerraba el camino en el rio Saule, los caballeros estaban decididos a atacarlos y volver a sus tierras, sin embargo, los cruzados de Holstein se negaban a cargar con sus caballos debido al terreno pantanoso y se negaban también a pelear a pie dado que les daba una gran desventaja y no querían asumir el riesgo. Nuevamente Volkin tuvo que ceder ante la negativa de los cruzados y decidieron acampar allí para emprender el ataque al siguiente día. Pero el siguiente día trajo mayores inconvenientes, a la fuerza que cortaba el camino se sumó un ejército al mando de Vykintas y Mindaugas (futuro rey de Lituania), los lituanos rápidamente se organizaron en el campo y atacaron a los caballeros. La ventaja de su caballería ligera fue contundente en el resultado de la batalla, como también lo fue el número mayor de tropas. Finalmente los caballeros fueron rodeados, combatiendo ya a pie, y aunque resistieron con firmeza, terminaron sucumbiendo ante los ataques de los lituanos quienes los habían rodeado y los atacaron con sus largas lanzas hasta que los derrotaron. En la batalla murieron la mitad de los caballeros de la Orden, incluido su Maestre y una gran cantidad de los conversos que peleaban con ellos. Los que pudieron huir y se dirigieron a Riga fueron atacados en el camino por los semigalianos y la mayoría también murió.

 

La situación para las tierras conquistadas fue crítica, el poder de los caballeros fue disminuido de tal manera que ya no podía mantener sus territorios, el control de los mismos aun no era del todo firme ya que siempre había riesgos de revueltas, había territorios sin conquistar como el sur de Curlandia y el oeste de Zemgalia, y ahora se sumaba la amenaza de los lituanos que podían incursionar en cualquier momento en las tierras cristianas sin que haya una fuerza que pudiera detenerlos. La solución se buscó una vez más en la Orden Teutónica.

 

La Orden Teutónica, fundada en Acre en 1190, ya se encontraba operando en Prusia desde 1225, cuando fue solicitada su ayuda por Konrad de Massovia para luchar contra los prusianos paganos. Como se dijo anteriormente, la idea de vincular la Orden de los Hermanos Livonios a la Orden Teutónica ya se había pensado, pero los teutones se negaron. En esta ocasión, con el poder germánico tambaleándose en Livonia, el Papa Gregorio IX forzó a los teutones a hacerse cargo de la situación e incluir al remanente de la Orden de los Hermanos Livonios en sus filas, la condición era que debían devolver a Dinamarca las tierras del norte de Estonia que éstos habían tomado al caer Valdemar II. El 12 de mayo de 1237, ocho meses después de la batalla, la Orden de los Hermanos Livonios deja de existir y es absorvida por la Orden Teutónica, para tal fin, Herman Balk viaja a Riga. Balk era el Landmeister (maestre provincial) de Prusia, ya que la sede de la Orden estaba en Montfort, en Tierra Santa. Llegó a Riga acompañado de sesenta caballeros que suplirían las pérdidas de la batalla de Saule.

 

Esto planteaba un cambio de escenario para el equilibrio de poderes, la Orden Teutónica ya no estaría bajo el control del Obispo de Riga, sino que el Hochmeister (Gran maestre) solo tenía como su superior al Papa. En cuanto a la situación de las tierras y los cargos, el norte de Estonia se devolvió a Dinamarca como estaba pactado, mediante el tratado de Stensby de 1238. Muchos antiguos miembros de la Orden de los Hermanos Livonios que protestaron contra esta decisión fueron enviados a Tierra Santa. Si bien la estructura y los cargos se mantuvieron y muchos conservaron sus puestos, el sucesor de Herman Balk, Dietrich von Gröningen terminó removiéndolos al asumir.

Las tierras de Prusia y Livonia estaban separadas por las tierras lituanas, sin embargo, el mayor desarrollo y organización de la Orden Teutónica permitía un mayor ingreso de hombres y suministros para organizar nuevas campañas. Al estar separada de Prusia, la Orden tuvo una mayor autonomía, aunque seguía dependiendo de la Orden Teutónica pasó a llamarse Orden Livonia. La Orden Livonia tuvo su Landmeister, al igual que Prusia y su cuartel se ubicó en el castillo de Wenden.

Página creada por Ramiro Halpern

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